Aquí os voy a mostrar la historia de una chica apasionada del deporte, como seguramente lo serás tú.
Hoy, 16 de abril de 2012 me he propuesto conseguir mi meta de llegar a lo más alto. Se que no va ser fácil, que voy a tener que hacer muchos sacrificios, pero si lo consigo, todo habrá merecido la pena. Perdón por no presentarme, soy Mónica y tengo 14 años y mi sueño es ser patinadora sobre ruedas profesional. Se lo que pensaréis, que es un deporte que no tiene demasiadas categorías y que es muy difícil, pero yo no puedo estar un segundo sin montar en patines. Siempre voy a la escuela en patines hasta duermo con ellos, (siempre que mi madre no me vea) soy una apasionada del deporte. El voleibol y el baloncesto tambien me gustan, pero no es lo mismo tener el balón en mis manos que poder ir a cualquier parte como si flotará. Ya conocéis mi sueño y mi meta en la vida, ahora, de aquí en adelante os contaré todo lo que me pasa día tras día.


Hoy, 22 de abril es un mal día. Me he enfadado con Sara. Nos hemos peleado por lo siguiente: Ayer estábamos en el parque como siempre patinando. Vimos a unas chicas jugando al voleibol y Sara se quería ir con ellas. No quería aguarle la fiesta pero había venido al parque a acompañarme así que le dije que se quedara conmigo. Entonces ella me dijo que había más cosas además del patinaje y que ella prefería mil veces otros deportes. Después estalle y le empecé a decir que no tenía gustos y bueno, ya os podéis imaginar como acabo. De mi mejor amiga a mi enemiga, que se le va a hacer. Estaba tan enfadada con ella que en vez de ir al parque (donde seguro estaba ella) e decidido quedarme en mi barrio y patinar por allí. Entonces, cuando me fui por una calle, la vi con sus nuevas amigas, las jugadoras del equipo de voleibol, las que estaban el otro día en el parque. Ella se estaba riendo, parecía que se divertía, todo lo contrario que yo. Me había portado muy mal con ella. No tenía que haberla tratado así. Ella solo quería hacer lo que le gustaba, además, ella nunca me había dicho nada cunado salía a patinar, es más, siempre me acompañaba. Creo que en eso consiste la amistad, en ayudarse y en apoyarse, cosa que yo no hice, ¡Qué mal me sentía!. Entonces decidí ir a pedirle disculpas. Ella estaba en su casa leyendo un libro que le había dejado la semana pasada. Toqué al timbre y ella me abrió. Entonces las dos a la vez dijimos ¡Lo siento! Y nos dimos un fuerte abrazo. Volvimos a ser las mejores amigas y decidimos no pelearnos más por el tipo de deporte que nos gustaba ni por nada. Después de todo, no a sido un día tan malo. Jajaja.
Hoy es 24 de abril. A las 8 de la mañana fui en autobús con toda mi clase de viaje a un museo de historia, pero no historia de los dinosaurios, era de historia del deporte. Vi el primer uniforme de Pelé y una sedadera de Raúl, las deportivas que usaba de niño Rafa Nadal y muchas otras cosas. La parte que más me gusto podéis averiguar cual es, exacto, la de patinaje. Había muchas medallas y patines de famosas patinadoras sobre hielo pero me molesto un poco que hubiera muy pocas cosas de patinaje sobre ruedas, pero bueno, que se le hará. En la tienda de recuerdos del museo había un llavero de unos patines (de ruedas claro) y me lo compre ya que no venía mal tener un recuerdo. Todo el mundo en vez, en la tienda de recuerdos se compró una pelota de tenis, fútbol, baloncesto o voleibol “supuestamente” firmada por sus ídolos. Hasta Sara se compró un de voleibol, pero no quise decirle nada ya que no quería pelearme con ella como la otra vez. En el autobús, cuando regresábamos, todo el mundo (menos Sara) se estaba riendo de mi y de mi llavero. Me empezaron a decir cosas como que no tenía gusto para el deporte o que no sabía hacer nada más que caminar sobre unos zapatos raros. Ni les miré, ni les respondí porque como dice mi madre, a palabras necias, oídos sordos. Me molesto un poco, pero pensé que un mal día lo puede tener cualquiera. Cuando volvimos puse las llaves de mi casa a mi nuevo a llavero y cogí un radiocasete para ensayar la coreografía y salí a patinar. Hoy en vez, fui al polideportivo. Voy en vez al parque normalmente no porque me guste más sino porque siempre en el polideportivo están ensayando el equipo de fútbol, baloncesto, tenis o voleibol pero hoy no había nadie ya que tenía partidos en otros pueblos así que fui allí a entrenar. Di varias vueltas por allí y me asegure de que no había nadie y puse la música. Ensayé mucho y se me ocurrieron 3 pasos más, ya tenía 8, por algo se empieza. Regresé a casa con mi casete pero me faltaba algo, ¡Mi llavero! Lo busque por todas partes pero no estaba y pensé que se me había caído en el polideportivo. Fui a buscarlo, pero estaba cerrado así que si quiero recuperarlo tendré que esperar a mañana.
Hoy es 26 de abril, un día como otro cualquiera. Ya va quedando menos para mi cumpleaños pero aún no voy a desvelar día es. Ayer fui al polideportivo para ver si estaba mi llavero. Estaba ensayando el equipo de voleibol y pregunté si lo había visto pero no me respondieron. También estaba en de tenis y ellos si me respondieron aunque hubiera preferido que no lo hubiera hecho. Al parecer se encontraron mi llavero y lo tiraron a la basura. Lo peor era que sabían que era mio y que lo había hecho a caso hecho pero lo deje pasar, después de todo quién solo practica deporte porque cree que el suyo es el mejor no es deportista. Mi lema es que en el deporte no hay ganadores ni perdedores, solo participantes y soñadores. Es un poco cursi, ya lo se, pero es la frase que sigo día tras día. Hoy en cambio a sido un día normal. He ido con Sara al parque y he acabado los deberes, que por cierto era muchos. Lo que más me a gustado de este día es que mi madre me ha comprado unos patines nuevos. No es que no me gustaran los otros pero el problema es que ya estaban un poco viejos y desgastados. Son rosas y negros, mi combinación favorita. Espero que sean esos los que use en la competición porque van de perlas, aunque lo que no quiero es que un día me los deje en el insti y que los jugadores de fútbol me los dejen en la carretera para que les pase por encima un coche. Pero bueno, ¡Espero que no lo hagan! Después de todo, no pueden ser tan tan malos los jugadores de otros deportes. Si lo piensas, tengo más semejanzas con ellos que diferencias. Ojala algún día me pueda hacer su amiga...
Hoy es 28 de abril. Como es fin de semana voy a hacer doble sesión de patinaje. Esta mañana se me a ocurrido un paso y he repasado los que ya tenía. Por ahora la coreo dura 10 minutos. Hay dos estilos el clásico y el retro. Yo he decidido empezar con el retro. Como hay competición cada año ya si eso el año que viene me apuntaré a la de patinaje clásico. Una razón por la que me gusta el patinaje más que otros deportes es porque con tus patines puedes ir a donde quieras. Te pueden llevar a cualquier lugar que imagines. La primera vez que patiné fue con 4 años, con unos patines que me compro mi madre en una tienda de deportes. Patinaba con Sara ya que por esos entonces ya eramos amigas y tambien con mi prima. Como era pequeña me los compro de cuatro ruedas, dos a un lado y otras dos al otro. Recuerdo lo bien que me lo pase, aun que caí una cuantas veces al suelo y me costó algunas lágrimas, pero poco a poco fui mejorando y ahora voy a presentarme a una competición ¡Quien lo diría! Lo peor que me paso con los patines fue que me caí y me hice una fractura en el radio (un hueso del brazo). Por lo demás todo han sido alegrías con ellos. Lo que pienso es que si hay clase de voleibol y fútbol, ¿por qué no hay de patinaje? Seguro que si hubiera ido a clases no me hubiera caído tantas y tanta veces, pero bueno, lo pasado pasado está. Esta tarde, en el parque en la “sesión de tarde” vi a muchos chicos y chicas correr. Al parecer estaban entrenando para la carrera que es en unos días, el 2 de mayo. Al verlos se me ocurrió una gran idea. No os la voy a contar porque desvelaría la sorpresa y no habría misterio pero os digo que será la bomba, será algo que a nadie se le habría ocurrido.

Hoy 2 de mayo es el día de la carrera.
Bueno, hoy me han sucedido dos cosas, una buena, y otra no tan buena.
La carrera empezó a las cuatro pero como yo ya voy a la E.S.O. Mi
curso salió más tarde. A las 6:15 vi que mi clase se preparaba así
que me fui a una esquina por donde pasaban y esperé a que pasaran
para poder colarme. Cual fue mi sorpresa cuando vi que la primera de
las chicas era Fátima. Fátima es una chica odiosa, pero a la vez
muy popular. Ella y su grupito de amigas del voleibol fueron las que
me tiraron el llavero a la basura pero no he querido nombrarla hasta
ahora por es ¡Insoportable! Habla y anda como si fuera lo más de lo
más cuando en realidad solo lo finge. En el voleibol no es que sea
del todo buena pero como en todo equipo “necesitan una cara bonita”
siempre juega los partidos importantes, y cuando falla le echa la
culpa los demás. Todo esto lo sé porque antes yo y Sara íbamos a
voleibol pero yo lo dejé. En cambio Sara, como sabéis, sigue
llendo. Pero bueno, sigamos con la carrera. No podía permitir que
esa arpía ganara la carrera y como llegar la primera entraba en mis
planes me colé en cuanto vi la oportunidad. Me metí la primera y
Fátima, como siempre, me empezó a incordiar. Me dijo que en la
carrera la gente va a pie, no en cacharros de malabaristas, que me
saliera que me iba a denunciar y estuvo así durante todo el camino
¡Qué pesadez! A pesar de eso, lo bueno de todo fue la gente no
dejaba de mirarme con la boca abierta, asombrada y fascinada, me
sentía... ¡Como una estrella de cine! Y lo mejor mejor mejor de
todo fue que... ¡Gané la carrera! Le di una lección a Fátima. Lo
malo de todo fue que mis padres estaban viendo la carrera y me vieron
con patines a pesar de que les dije que iba a estudiar, ¡Oh no! ¡No
he estudiado! ¡Y mañana es el examen! ¡Voy a suspender! Uuffff,
madre mía, deseadme suerte, ¡Tengo que estudiar! Adiós...



Hoy 12 de mayo he seguido de nuevo mi
rutina de ir a entrenar al parque. Bueno, hoy han ocurrido bastantes
cosas y tengo que decir que no todas han sido buenas. Como ahora
tengo perro (¡Mi querido Perry!) tengo que dedicarle varias horas al
día y como además pronto son los exámenes finales y la competición
de patinaje, tengo que regir más mi agenda para que lo pueda hacer
todo. Llego del insti a las 3:15, como en mi casa y paseo a Perry.
Acabo y hago mis deberes. Salgo a patinar de 30 minutos a 1 hora.
Luego vuelvo a casa y estudio. Luego ceno y me acuesto, ¡Está
chupado!. Eso pensaba, pero, no. Después del cole quedé con unas
amigas para hacer un trabajo, pero no caí en la cuenta de que tenía
que pasear a Perry. Entonces caí en que también tendría que
atrasar la hora de hacer deberes y, como no, la hora patinar, ¡Se me
había desmoronado mi plan de agenda por completo!, que desastre...
Se me había echado el tiempo encima. Pero sin una agenda, ¿como iba
a poder administrar mi tiempo sin que me falte? (porque que me sobre
no es ningún problema). El caso es que si no podía ni administrar
mi agenda del día a día, ¿Cómo iba a poder administrar mi agenda
cuando fuera un gran patinadora? Eso si era difícil ¡Y un verdadero
problema! Bueno, hice el trabajo y llegué a casa a las 6
aproximadamente. Hice los deberes rápidamente, pero, por muy rápido
que los hice, acabé a las 8. Después paseé a Perry y cuando me di
cuenta, ¡Ya eran las 9! Ya había acabado el día prácticamente y
no pude ir a patinar ni al parque ni a ninguna parte. Esto de tener
que ir al insti, tener que cuidar de una mascota y además, tener que
ensayar para ser una patinadora profesional, no es tan fácil como
pensaba, es más ¡No es nada fácil!. Espero que mañana toda vaya
mejor.

Hoy 16 de mayo. Al llegar a clase
estaba cansadísima, apenas me podía tener en pie. A primera hora
tuvimos una charla horrible sobre yo que sé. Como estaba tan cansada
estuve dormida toda el rato. Normalmente no estoy así pero es que
esta noche pasada no pude dormir mucho. Lo que ocurrió fue que
empecé a oír ruidos en mi habitación. Al principio no le di
importancia, pensaba que era el viento. Los ruidos seguían y
seguían. Miré por la ventana para haber si es que llovía o hacía
mal tiempo, pero, no, era una noche tranquila (por lo menos fuera de
mi casa). Bueno, yo ya preocupada, (no tenía miedo ni mucho menos)
fui a llamar a mis padres. Mi madre pensó lo mismo que yo que sería
el viento pero yo le explique lo sucedido y me dijo que sería mejor
que saliera de la habitación. Yo pensaba que era que mi cama se
había roto de nuevo ya que el año pasado pasó exactamente lo
mismo, pero, no fue el caso. Mi madre llevaba ya un buen rato en mi
cuarto, abrí la puerta, cuál fue mi sorpresa que ¡Había una rata!
Al abrir la puerta salió disparado nada más ni nada menos que
¡Hacia la casa de mi Perry! El que no es muy peleante, en vez de
atacarle se puso a correr mientras la rata le perseguía. Era muy
raro pero hasta daba risa, aunque me daba un poco de pena. Al final
mi madre hecho a la rata. Después de todo aquello mi madre me hecho
la bronca por haber abierto la puerta sin su permiso. Yo pensé que
después de todo, era mi cuarto pero no sirvió de nada. Y luego mi
madre me dijo que le diera una explicación por lo de la rata en mi
cuarto, pero no hubo explicaciones ¡No tenía ni idea de como había
llegado a parar en mi cuarto! Al final a mi madre se le paso y me
dijo que me fuera a dormir, no por nada, porque eran ni nada más ni
nada menos que las ¡3:30! No de la tarde ¡De la mañana! Y bueno ya
conocéis lo que me pasó. Lo malo es que ahora tenemos que hacer un
resumen de la charla, ¡Para mañana! Y no me he enterado de nada,
pero bueno, ya se me ocurrirá algo para arreglarlo. Esta tarde lo
primero que hice al llegar a casa fue echarme una buena siesta y tuve
un sueño magnifico. Estaba en la competición de patinaje y me
estaban dando una copa porque ¡Había ganado! Ojalá ese sueño se
haga realidad.
Hoy es 18 de mayo. Este día a sido muy
entretenido, mejor dicho, ¡Súper divertido! Aunque al principio
tengo que reconocer que no lo ha sido tanto. Veréis, hoy en clase de
lengua nos han pedido que nos pongamos en cuartetos. Nadie sabíamos
para que pero fuera para lo que fuera yo quería ir con Sara (como
no) y con alguna más como Ana o María (otras amigas mías del cole)
pero al parecer Fátima se ha empeñado en este día (como siempre)
en hacerme la vida imposible. Antes de que yo les pudiera decir nada
Fátima les dijo a Ana, a María y ¡A Sara! Que si podían hacer el
trabajo juntas y lo peor fue que todas aceptaron. Me quede
solísima... sin más remedio lo tuve que hacer con Carmen, Julia y
Alberto, los digamos apartados de la clase, no por nada, porque
siempre están juntos y nunca están con nadie más. Si hubiera sido
de 3 seguro que tampoco me hubieran aceptado pero como eran de cuatro
tenían dos opciones, o elegirme a mi o al chico que se come los
mocos. Por ellos y por mi fue una decisión acertada. Bueno, el
trabajo consistía en lo siguiente; teníamos que coger el tema que
quisiéramos y con ese tema hacer una especie de representación. Yo
tenía claro de lo que lo quería hacer, ¡Del deporte! A ellos les
pareció bien ya que también les gustaba el deporte, solo que ellos
eran más de baloncesto. Empezamos a preparar los guiones y los
trajes. Hacíamos un gran equipo, como un puzzle. Si digo la verdad
me estaba hasta divirtiendo. Era una sensación rara de diversión
pero, esta bien. Como la representación era para mañana sino para
el 22 de este mes lo único que hicimos fue ensayarla un poco (con
guión) y de deberes aprendérnosla. Estaba muy bien, pero no os voy
a decir sobre que va, ¡Es una sorpresa! Ya os enteraréis en unos
días.
Hoy es 20 de mayo, no es un buen día,
no es malo del todo pero hay días mucho mejores. En fin, esta
mañana, cuando me he levantado, el cielo estaba nublado. Pensé que
se despejaría, pero, no fue así, todo lo contrario, fue a más. Hoy
íbamos a hacer una actividad al aire libre pero como llovía mucho
(¡Muchísimo!) la hemos tenido que cancelar. Los profes dicen que la
vamos a atrasar, pero lo mismo dijeron con tener dos recreos y mira
por donde solo tenemos uno y lo dijeron hace unos 2 años. El caso es
que no solo no pudimos hacer la actividad que ni pudimos salir al
recreo. ¡Qué rollazo! Y luego mis padres me obligaron ir a un
pueblo cercano al mio para ir al cumpleaños de mi prima Blanca. Es la de la foto, ¡A qué es mona!. No
penséis mal, ¡Me encanta estar con mi prima! Pero no tanto estar
con sus amigas y tener que montarlas a coscos y tener que jugar con
sus amigos imaginarios. Por si no lo he dicho mi prima y sus amigas
tienen 6 años. Si por lo menos me dejaran un respiro pero cuando no
me tiraban de la camiseta me tiraban del pelo, ¡Menos mal que ya se
ha acabado! Si digo la verdad de toda una tarde con esos “angelitos”
tengo moratones por los brazos y agujetas por todas partes. Y bueno,
cuando he ido ya a mi casa (para intentar descansar del cumpleaños)
mis padres me ha llevado a cenar fuera y mira por donde estaba
Javier. Ya sé que no os he hablado mucho de él pero solo puedo
decir que es muy simpático y atento y cariñoso y... Bueno, es decir
es, es... Muy especial. Estaba el allí comiendo una sopa de fideos.
No me acuerdo de ello porque me haya fijado en el ni nada por el
estilo, solo me acuerdo porque es su comida favorita, ¡Y no me
acuerdo porque me importe! Aunque tampoco es que no me importe...
Bueno el caso es que yo estaba sentada en una mesa cercana a la suya
con unos pelos que parecía una loca, ¡Qué rabia! Por una vez que
puedo estar con él... Pero, no es porque... A quien engaño, vale,
si, es verdad, pero, no se lo contéis a nadie, no soportaría que se
enterara nadie, y mucho menos Fátima.

Hoy es 22 de mayo, hemos realizado la
presentación del trabajo que os dije que iba a hacer con Alberto,
Julia y Carmen. Ha salido bien pero, al principio, no empezó tan
bien. A primera hora teníamos que hacer el trabajo, pero eramos los
segundos y primero les tocaba a María, Ana, Sara y... a Fátima. Su
trabajo era de la moda y era una representación de un día normal de
compras de Fátima. No es que fuera nada del otro mundo pero a la
maestra pareció encantarle ya que les puso un sobresaliente bien
remarcado. Después nos tocaba a nosotros. Yo pensaba que todo iba a
salir bien, pero, Fátima como siempre lo estropeo todo, y cuando
digo todo, ¡Es todo! Alberto tenía que montar en bicicleta y Fátima
le pincho la rueda, Julia en patinete y Fátima lo desmontó con un
destornillador, Carmen iba a saltar a la comba y Fátima se la
escondió y yo iba a montar en patines y (para mi sorpresa) Fátima
no me saboteó los patines. Bueno cuando íbamos a empezar nos dimos
cuenta de que era imposible hacer la representación con tanto
sabotaje pero la maestra nos empujo a que lo hiciéramos, aunque no
lo debía haber hecho. Hicimos un total ridículo, Alberto no podía
pedalear, ¡Parecía una estaca clavada en el suelo! Julia se cayó
tres veces de espaldas, Carmen saltaba con una comba invisible y yo,
la única que podía hacer algo decente, no hacía más que intentar
ayudar a mis compañeros sin éxito. De tanta vuelta para acá y para
allá me mareé y me caí en cima de la mesa de Javier (¡Ya van dos
escenas embarazosas en esta semana!). Y ¡Boom! desastre total. Creo
que fui la que más hizo el ridículo, Fátima supo bien lo que
hacía. El caso es qude la nota. Esa tarde como nuestra maestra
estaba en el cole, fuimos y le pedimos una segunda oportunidad. Le
suplicamos y suplicamos y aunque al principio no quería ni hablar
del peluquín al final acepto harta de tantas suplicas. Le hicimos la
representación y la verdad es que nos salió mejor de lo que
pensaba. A la maestra le gusto mucho, mucho más que la de Fátima,
pero como la habíamos hecho más tarde nos puso un notable, pero no
importa, por lo menos ¡Tenemos nota!
Ya somos tres las que tenemos, DIARIO DE UNA DEPORTISTA: Belén, tu y yo.. jaja, que coincidencia. :P
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