DIARIO DE UNA DEPORTISTA


Aquí os voy a mostrar la historia de una chica apasionada del deporte, como seguramente lo serás tú.

Hoy, 16 de abril de 2012 me he propuesto conseguir mi meta de llegar a lo más alto. Se que no va ser fácil, que voy a tener que hacer muchos sacrificios, pero si lo consigo, todo habrá merecido la pena. Perdón por no presentarme, soy Mónica y tengo 14 años y mi sueño es ser patinadora sobre ruedas profesional. Se lo que pensaréis, que es un deporte que no tiene demasiadas categorías y que es muy difícil, pero yo no puedo estar un segundo sin montar en patines. Siempre voy a la escuela en patines hasta duermo con ellos, (siempre que mi madre no me vea) soy una apasionada del deporte. El voleibol y el baloncesto tambien me gustan, pero no es lo mismo tener el balón en mis manos que poder ir a cualquier parte como si flotará. Ya conocéis mi sueño y mi meta en la vida, ahora, de aquí en adelante os contaré todo lo que me pasa día tras día.



Hoy es 18 de abril. Es el día en el que han anunciado la competición de patinaje sobre ruedas. En ella hay varias categorías. Además de la infantil, juvenil y adulta, están la categoría en línea y la de cuatro ruedas. Yo me inscribí a la juvenil en línea, claro. Después de apuntarme no pude dejar de pensar en el 20 de junio, el día del concurso. Tenía que hacer en ella algo impactante, algo que no se le ocurriera a ningún otro participante. Se que era difícil pero no me iba a rendir. Desde ese día en adelante fui todos los días a entrenar al parque, el mejor lugar para patinar. Quien más me apoyó y creyó siempre en mi, a demás de mis padres fue mi mejor amiga Sara. Ella siempre me ayudó en todo lo que necesité y ella influye muchísimo en esta historia. Bueno, a Sara también le gusta el deporte pero ella prefiere el voleibol o el balonmano. Bueno, cuando estaba entrenando vi a un grupo de patinadores. Eran muy buenos, y hacían cosas increíbles, (aunque no eran cosas que con practica no pudiera llegar a hacer) al verlos entendí que ese año, la competencia era muy buena y me iba a ser difícil ser la mejor. Entonces recordé un detalle muy importante de la competición, el tema. El tema de la competición es diferente todos los años y el participante que haga unos pasos que tengan más que ver con el tema tendrán más posibilidades de ganar. El tema de ese año era “lo fantástico”. En los pasos que me iba inventando iba incorporando algo “fantástico”. En es día idee unos 5 pasos, pero la exhibición que iba hacer en el concurso tenía que tener un mínimo de 30 pasos. Aún me quedaba mucho por hacer pero ya iba quedando menos para cumplir mis sueños.



Hoy es 20 de abril, quedan justo dos meses para que sea la competición. Me estoy tomando esto muy enserio por el premio,¡ups! perdón, no os lo he dicho. El premio además de una copa es un contrato para ir a la mejor escuela del mundo de patinaje sobre ruedas, que se encuentra un N.Y. (Nueva York). Si pudiera ir allí durante unos meses seguro que mejoraría mi técnica porque aunque el patinaje esta menospreciado como deporte tengo claro que conseguiría que nadie pensara eso. Además, aunque me guste patinar, tengo vida propia y me encanta ir de tiendas y en N.Y. ¡Son todas chulísimas! Allí también se encuentran grandes deportistas y no me vendría mal hacerles unas preguntitas. Aunque a quien más me gustaría conocer es a Tanja Romano, una gran patinadora artística sobre ruedas, una de las mejores del mundo. Ella a ganado muchas medallas de oro, ojalá algún día pueda llegar a ser tan buena como ella. Bueno, en vez de ir a entrenar al parque he ido a la pista de patinaje de un pueblo cercano. Prefiero ir al parque porque esta más cerca pero bueno, por un día, no viene mal que camine un poco. Fui con Sara porque a ella tampoco le disgusta patinar. Nos lo pasamos muy bien. Además ensaye los pasos que me había inventado en días anteriores. Sara cree que tengo posibilidades pero yo creo que me lo dice para no decaer y cree en mi al máximo. Es muy buena amiga. Cuando ya habían pasado unas 2 horas dejamos de patinar y fuimos a una cafetería que había en el pueblo. Tomé un refresco y ella también. Recobramos fuerzas y en patines nos fuimos de nuevo a nuestro pueblo.
 

Hoy, 22 de abril es un mal día. Me he enfadado con Sara. Nos hemos peleado por lo siguiente: Ayer estábamos en el parque como siempre patinando. Vimos a unas chicas jugando al voleibol y Sara se quería ir con ellas. No quería aguarle la fiesta pero había venido al parque a acompañarme así que le dije que se quedara conmigo. Entonces ella me dijo que había más cosas además del patinaje y que ella prefería mil veces otros deportes. Después estalle y le empecé a decir que no tenía gustos y bueno, ya os podéis imaginar como acabo. De mi mejor amiga a mi enemiga, que se le va a hacer. Estaba tan enfadada con ella que en vez de ir al parque (donde seguro estaba ella) e decidido quedarme en mi barrio y patinar por allí. Entonces, cuando me fui por una calle, la vi con sus nuevas amigas, las jugadoras del equipo de voleibol, las que estaban el otro día en el parque. Ella se estaba riendo, parecía que se divertía, todo lo contrario que yo. Me había portado muy mal con ella. No tenía que haberla tratado así. Ella solo quería hacer lo que le gustaba, además, ella nunca me había dicho nada cunado salía a patinar, es más, siempre me acompañaba. Creo que en eso consiste la amistad, en ayudarse y en apoyarse, cosa que yo no hice, ¡Qué mal me sentía!. Entonces decidí ir a pedirle disculpas. Ella estaba en su casa leyendo un libro que le había dejado la semana pasada. Toqué al timbre y ella me abrió. Entonces las dos a la vez dijimos ¡Lo siento! Y nos dimos un fuerte abrazo. Volvimos a ser las mejores amigas y decidimos no pelearnos más por el tipo de deporte que nos gustaba ni por nada. Después de todo, no a sido un día tan malo. Jajaja.


Hoy es 24 de abril. A las 8 de la mañana fui en autobús con toda mi clase de viaje a un museo de historia, pero no historia de los dinosaurios, era de historia del deporte. Vi el primer uniforme de Pelé y una sedadera de Raúl, las deportivas que usaba de niño Rafa Nadal y muchas otras cosas. La parte que más me gusto podéis averiguar cual es, exacto, la de patinaje. Había muchas medallas y patines de famosas patinadoras sobre hielo pero me molesto un poco que hubiera muy pocas cosas de patinaje sobre ruedas, pero bueno, que se le hará. En la tienda de recuerdos del museo había un llavero de unos patines (de ruedas claro) y me lo compre ya que no venía mal tener un recuerdo. Todo el mundo en vez, en la tienda de recuerdos se compró una pelota de tenis, fútbol, baloncesto o voleibol “supuestamente” firmada por sus ídolos. Hasta Sara se compró un de voleibol, pero no quise decirle nada ya que no quería pelearme con ella como la otra vez. En el autobús, cuando regresábamos, todo el mundo (menos Sara) se estaba riendo de mi y de mi llavero. Me empezaron a decir cosas como que no tenía gusto para el deporte o que no sabía hacer nada más que caminar sobre unos zapatos raros. Ni les miré, ni les respondí porque como dice mi madre, a palabras necias, oídos sordos. Me molesto un poco, pero pensé que un mal día lo puede tener cualquiera. Cuando volvimos puse las llaves de mi casa a mi nuevo a llavero y cogí un radiocasete para ensayar la coreografía y salí a patinar. Hoy en vez, fui al polideportivo. Voy en vez al parque normalmente no porque me guste más sino porque siempre en el polideportivo están ensayando el equipo de fútbol, baloncesto, tenis o voleibol pero hoy no había nadie ya que tenía partidos en otros pueblos así que fui allí a entrenar. Di varias vueltas por allí y me asegure de que no había nadie y puse la música. Ensayé mucho y se me ocurrieron 3 pasos más, ya tenía 8, por algo se empieza. Regresé a casa con mi casete pero me faltaba algo, ¡Mi llavero! Lo busque por todas partes pero no estaba y pensé que se me había caído en el polideportivo. Fui a buscarlo, pero estaba cerrado así que si quiero recuperarlo tendré que esperar a mañana.



Hoy es 26 de abril, un día como otro cualquiera. Ya va quedando menos para mi cumpleaños pero aún no voy a desvelar día es. Ayer fui al polideportivo para ver si estaba mi llavero. Estaba ensayando el equipo de voleibol y pregunté si lo había visto pero no me respondieron. También estaba en de tenis y ellos si me respondieron aunque hubiera preferido que no lo hubiera hecho. Al parecer se encontraron mi llavero y lo tiraron a la basura. Lo peor era que sabían que era mio y que lo había hecho a caso hecho pero lo deje pasar, después de todo quién solo practica deporte porque cree que el suyo es el mejor no es deportista. Mi lema es que en el deporte no hay ganadores ni perdedores, solo participantes y soñadores. Es un poco cursi, ya lo se, pero es la frase que sigo día tras día. Hoy en cambio a sido un día normal. He ido con Sara al parque y he acabado los deberes, que por cierto era muchos. Lo que más me a gustado de este día es que mi madre me ha comprado unos patines nuevos. No es que no me gustaran los otros pero el problema es que ya estaban un poco viejos y desgastados. Son rosas y negros, mi combinación favorita. Espero que sean esos los que use en la competición porque van de perlas, aunque lo que no quiero es que un día me los deje en el insti y que los jugadores de fútbol me los dejen en la carretera para que les pase por encima un coche. Pero bueno, ¡Espero que no lo hagan! Después de todo, no pueden ser tan tan malos los jugadores de otros deportes. Si lo piensas, tengo más semejanzas con ellos que diferencias. Ojala algún día me pueda hacer su amiga...

 
Hoy es 28 de abril. Como es fin de semana voy a hacer doble sesión de patinaje. Esta mañana se me a ocurrido un paso y he repasado los que ya tenía. Por ahora la coreo dura 10 minutos. Hay dos estilos el clásico y el retro. Yo he decidido empezar con el retro. Como hay competición cada año ya si eso el año que viene me apuntaré a la de patinaje clásico. Una razón por la que me gusta el patinaje más que otros deportes es porque con tus patines puedes ir a donde quieras. Te pueden llevar a cualquier lugar que imagines. La primera vez que patiné fue con 4 años, con unos patines que me compro mi madre en una tienda de deportes. Patinaba con Sara ya que por esos entonces ya eramos amigas y tambien con mi prima. Como era pequeña me los compro de cuatro ruedas, dos a un lado y otras dos al otro. Recuerdo lo bien que me lo pase, aun que caí una cuantas veces al suelo y me costó algunas lágrimas, pero poco a poco fui mejorando y ahora voy a presentarme a una competición ¡Quien lo diría! Lo peor que me paso con los patines fue que me caí y me hice una fractura en el radio (un hueso del brazo). Por lo demás todo han sido alegrías con ellos. Lo que pienso es que si hay clase de voleibol y fútbol, ¿por qué no hay de patinaje? Seguro que si hubiera ido a clases no me hubiera caído tantas y tanta veces, pero bueno, lo pasado pasado está. Esta tarde, en el parque en la “sesión de tarde” vi a muchos chicos y chicas correr. Al parecer estaban entrenando para la carrera que es en unos días, el 2 de mayo. Al verlos se me ocurrió una gran idea. No os la voy a contar porque desvelaría la sorpresa y no habría misterio pero os digo que será la bomba, será algo que a nadie se le habría ocurrido.



Hoy 30 de abril le he contado mi idea a Sara. Le a parecido algo rara pero dice que puede funcionar. Uum, vale, se que estáis deseando, os la contaré. Mi idea es, hacer toda la carrera en patines para que todo el mundo vea lo divertido que es patinar y que es un deporte increíble. Si me ven al empezar la carrera con patines no me dejaran, así que he pensado colarme cuando esté mi grupo. ¡Espero que salga bien! Bueno voy a dejar de hablar de ello y os voy a contar lo que me a sucedido. Tengo un problema enorme. El próximo jueves (3 de mayo) tengo examen de sociales y es un tema muy difícil. No es que sea tonta, ni mucho menos, pero lo que pasa es que esta asignatura es la que peor se me da. De siempre yo he sido más de mates, que se le va a hacer. El caso es que si saco menos de un 6 mi madre me va ha confiscar los patines y no estoy dispuesta a pasar 2 semanas sin patinar cuando aún me faltan muchos pasos para acabar la coreografía de la competición. Una vez me confiscó mi muñeca favorita una semana porque estaba todo el rato jugando a las muñecas y lo pasé muy mal, claro que tendría unos 5 años. Tengo que estudiar mucho, pero no se me mete nada en la cabeza. ¡Ya se lo que voy a hacer! Voy a estudiar con Sara. Ella es muy buena es sociales y seguro que me puede ayudar, después de todo, es mi mejor amiga. Lo malo de hoy es que no he podido salir a patinar, no porque yo no quisiera, sino porque mis padres no me han dejado. Dicen que debo concentrarme en los estudios. Yo también lo veo así, pero porque me de una vuelta por el pueblo de 30 minutos, tampoco creo que pasaría nada... jajaja. Lo único que he podido hacer a sido apuntar los pasos que tenía ya en una libreta. Aunque no he patinado, se me a ocurrido un paso. Esta bastante bien, así que espero que con patines se pueda hacer.



Hoy 2 de mayo es el día de la carrera. Bueno, hoy me han sucedido dos cosas, una buena, y otra no tan buena. La carrera empezó a las cuatro pero como yo ya voy a la E.S.O. Mi curso salió más tarde. A las 6:15 vi que mi clase se preparaba así que me fui a una esquina por donde pasaban y esperé a que pasaran para poder colarme. Cual fue mi sorpresa cuando vi que la primera de las chicas era Fátima. Fátima es una chica odiosa, pero a la vez muy popular. Ella y su grupito de amigas del voleibol fueron las que me tiraron el llavero a la basura pero no he querido nombrarla hasta ahora por es ¡Insoportable! Habla y anda como si fuera lo más de lo más cuando en realidad solo lo finge. En el voleibol no es que sea del todo buena pero como en todo equipo “necesitan una cara bonita” siempre juega los partidos importantes, y cuando falla le echa la culpa los demás. Todo esto lo sé porque antes yo y Sara íbamos a voleibol pero yo lo dejé. En cambio Sara, como sabéis, sigue llendo. Pero bueno, sigamos con la carrera. No podía permitir que esa arpía ganara la carrera y como llegar la primera entraba en mis planes me colé en cuanto vi la oportunidad. Me metí la primera y Fátima, como siempre, me empezó a incordiar. Me dijo que en la carrera la gente va a pie, no en cacharros de malabaristas, que me saliera que me iba a denunciar y estuvo así durante todo el camino ¡Qué pesadez! A pesar de eso, lo bueno de todo fue la gente no dejaba de mirarme con la boca abierta, asombrada y fascinada, me sentía... ¡Como una estrella de cine! Y lo mejor mejor mejor de todo fue que... ¡Gané la carrera! Le di una lección a Fátima. Lo malo de todo fue que mis padres estaban viendo la carrera y me vieron con patines a pesar de que les dije que iba a estudiar, ¡Oh no! ¡No he estudiado! ¡Y mañana es el examen! ¡Voy a suspender! Uuffff, madre mía, deseadme suerte, ¡Tengo que estudiar! Adiós...





Hoy es 4 de mayo. Nos han dado los exámenes. No quiero ni decir la nota que he sacado, solo puedo decir que hasta dentro de un mes no voy a poder coger los patines. Creo que voy a ir a desapuntarme de la competición, pues no tengo ni una posibilidad. Ya no merece la pena que me esfuerce. No tendría que haber realizado mi idea, me ha costado demasiado cara. Creo que debe rendirme. Sara me dice que no me desanime, pero no puedo hacer otra cosa. Me ha dicho que me dejará sus patines, pero me sabría mal ya que si no puedo patinar es por no haber estudiado, es decir, por mi culpa. ¡Me odio a mi misma! Perfectamente lo podría haber aprobado con un poco de esfuerzo. Tengo que dejar lo que más me gusta en este mundo por un asqueroso examen. Y no solo eso, en el instituto no me dejaran en paz, no quiero ni pensar un lo que me dirá Fátima ¡Uufff! Es que la odio. Haría lo que fuera para que se diera cuenta de todo lo malo que hace. Se que no debo, pero... ¡Ya está! ¡No voy a rendirme! Voy a hacer muy bien la recuperación del examen ya que si saco más de un 8 seguro que mi madre me quita parte del castigo. Lo que haré será ir a casa de Sara a estudiar una cuantas horas, cuando acabemos me dejará sus patines y podré patinar, ¡Puedo conseguirlo! Voy un poco atrasada en lo de la competición, pero si me esfuerzo mucho de aquí en adelante conseguiré acabar la coreografía sobre ruedas a tiempo. Bueno, debo ir rápidamente a casa de Sara, ¡No tengo tiempo que perder!



 

Hoy es 6 de mayo. Ayer hice la recuperación. No quiero decir la nota que he sacado...bueno, en realidad, si, ya que... ¡He sacado un 9! Mis padres me han rebajado el castigo hasta mañana. Menos mal... no hubiera soportado estar sin patinar un mes enterito, ¡Hubiera sido un tremenda tortura! Hoy he ido a casa de Sara y hemos ido a jugar al voleibol ya que como ella siempre me acompaña he pensado acompañarla yo a ella para variar. Hemos ido al polideportivo con una pelota que traía ella de su casa y, qué sorpresa... Estaba Fátima o Fáti (como le dice Sara) con su grupillo de populares. Le dijeron a Sara que si quería jugar y me dijo Sara que yo podía jugar también. Fátima y las suyas no dijeron nada así que jugamos unas 2 horas todas juntas. No lo pasamos muy muy bien. Me extraño mucho, (en el buen sentido) que Fátima no me dijera nada, pero bueno, a lo mejor, yo no le caía tan tan mal. A lo mejor solo era mala para destacar ¿quién sabe lo que corre por su perfectamente peinada cabecita? Sera mejor que piense eso, por lo menos, las cosas están empezando a salir mejor. Bueno, cuando acabamos de jugar Sara y yo volvimos a mi casa ya que ella se iba a quedar a dormir. Estabamos pensando en lo que íbamos a hacer y la película que íbamos a ver cuando vimos a la cosa más bonita del mundo un cachorrito adorable que iba deambulando por las calles y ¡Empezó a lamerme la pata! Lo tomé en brazos y estaba temblado. Ni Sara ni yo podíamos dejarlo solo, de noche, ante la intemperie. No sabíamos que hacer ya que mis padres no admiten perro ni gatos ni ningún animal. La única mascota que tenemos es un pez de colores llamado a Bady. El caso es que si mi madres veía a un perro, por muy mono que fuera, entrar en casa ya si era verdad que me subía el castigo y me la cargaba, ¡Y no quería después de lo que me ha costado que me lo rebajara! Así que lo que hicimos fue esconderlo en el garaje. ¡Espero que encontremos alguna solución antes de que mis padres lo encuentren a él!



Hoy es 8 de mayo. Ayer por la mañana me tuve que levantar mucho más temprano de lo habitual. Como Sara y yo escondimos a Perry (que es como le hemos puesto al perro) en el garaje y mi padre todas las mañana a las 7 saca el coche lo tuvimos que llevar sigilosamente a mi habitación. Ayer no se enteraron de que había traído a Perry a casa, pero, hoy, por desgracia, sí. Lo que ha sucedido ha sido que cuando salí a patinar, olvide cerrar la puerta de mi cuarto. Yo en el parque estuve 2 horas y media me inventé 4 pasos, por eso todo muy bien, pero, mientras, Perry estuvo dejando huellas y “marcando el territorio” por toda la casa. Mi madre no tardó ni dos segundos en darse cuenta de lo que sucedía. Cuando llegué a casa a las 8 fui a mi cuarto y vi que Perry no estaba y supe la que me esperaba. Cuando bajé abajo vi que mi madre estaba en el sofá viendo la televisión y le pregunte si había visto algo raro en mi habitación, y ella sarcásticamente me respondió “No, solamente un cachorro adorable al cual he llevado a su nuevo hogar, la perrera”. No lo podía creer ¡Perry estaba en la perrera! Pobrecito... Quise ir a por él pero mi madre me amenazó con confiscarme los patines y castigarme sin salir de por vida así que fui corriendo a mi cuarto y empecé a llorar. Llamé a Sara que estaba esperando a que la llamara para que contara como estaba Perry y a ella tampoco le sentó muy bien la noticia de su nuevo paradero. Ni Sara ni yo podíamos pensar en otra cosa que no fuera Perry por lo que le pedí a Sara (ya que no estaba castigada) que fuera a la perrera. Fue y cuando volvió me llamó y me dijo que Perry no estaba. Estaba claro lo que había sucedido, algo lo había adoptado. Ahora no dejó de pensar en quienes podían ser los nuevos dueños de Perry, espero que lo cuiden muy bien...





Hoy 10 de mayo... ¡Es mi cumpleaños! Ya tengo 15 años ¡Qué bien! Hoy a sido un buen día en muchos sentidos, os diré por que. Cuando me levanté por la mañana y bajé de mi cuarto al salón las luces estaban apagadas. Yo ya sabía lo que significaba pero bueno, entre y mis padres me gritaron ¡Sorpresa! Y yo, como no, me hice la sorprendida. Entonces les pregunte (en tono sorpresa) que como se habían acordado y ellos se rieron un me dieron un beso. Luego les pregunté que sucedía (para que me dijeran mi regalo). No soy avariciosa ni nada de eso pero ¿A quién no le gusta un regalo por su cumpleaños?. Entonces me dieron una caja cubierta con papel de regalo. Yo me esperaba una muñequeras y una rodilleras nuevas como todos los años pero, para mi sorpresa, no era ningún objeto, ¡Era un ser vivo! Es más, era un animal... era... ¡Perry! Ellos sabía lo que significaba para mí y no lo llevaron a la perrera ni mucho menos, por eso cuando fue Sara no estaba. Era el mejor regalo de cumpleaños que me habían hecho nunca. Si eso ya me había alegrado el día la cosa fue a mejor. Mi fiesta se celebró ni más ni menos que en la pista de patinaje de un pueblo cercano (donde he ido a patinar ya varias veces). Como allí también ahí un bar por si quieres algún bocadillo mientras patinas, mis padres lo reservaron y lo adornaron con pancartas de “¡Felicidades Mónica!” y cosas así. Me lo pasé muy bien. Cuando me cantaron el cumpleaños feliz y sople las velas pedí un deseo. No os puedo decir que porque si no no se cumple pero solo puedo decir que tiene que vez con la competición de patinaje sobre ruedas, seguramente, ya lo habréis adivinado. Y en fin, cuando ya partimos y comimos tarta, Sara (que por supuesto estaba en la fiesta) y yo patinamos una horas, ¡Nos lo pasamos genial! Me inventé solo 2 pasos pero es que solo estaba pensando en lo bien que me lo estaba pasando, ¡No podía pensar en más cosas!



Hoy 12 de mayo he seguido de nuevo mi rutina de ir a entrenar al parque. Bueno, hoy han ocurrido bastantes cosas y tengo que decir que no todas han sido buenas. Como ahora tengo perro (¡Mi querido Perry!) tengo que dedicarle varias horas al día y como además pronto son los exámenes finales y la competición de patinaje, tengo que regir más mi agenda para que lo pueda hacer todo. Llego del insti a las 3:15, como en mi casa y paseo a Perry. Acabo y hago mis deberes. Salgo a patinar de 30 minutos a 1 hora. Luego vuelvo a casa y estudio. Luego ceno y me acuesto, ¡Está chupado!. Eso pensaba, pero, no. Después del cole quedé con unas amigas para hacer un trabajo, pero no caí en la cuenta de que tenía que pasear a Perry. Entonces caí en que también tendría que atrasar la hora de hacer deberes y, como no, la hora patinar, ¡Se me había desmoronado mi plan de agenda por completo!, que desastre... Se me había echado el tiempo encima. Pero sin una agenda, ¿como iba a poder administrar mi tiempo sin que me falte? (porque que me sobre no es ningún problema). El caso es que si no podía ni administrar mi agenda del día a día, ¿Cómo iba a poder administrar mi agenda cuando fuera un gran patinadora? Eso si era difícil ¡Y un verdadero problema! Bueno, hice el trabajo y llegué a casa a las 6 aproximadamente. Hice los deberes rápidamente, pero, por muy rápido que los hice, acabé a las 8. Después paseé a Perry y cuando me di cuenta, ¡Ya eran las 9! Ya había acabado el día prácticamente y no pude ir a patinar ni al parque ni a ninguna parte. Esto de tener que ir al insti, tener que cuidar de una mascota y además, tener que ensayar para ser una patinadora profesional, no es tan fácil como pensaba, es más ¡No es nada fácil!. Espero que mañana toda vaya mejor.



Hoy es 14 de mayo. No ha sido un buen día, os diré porque. Hemos hemos tenido gimnasia. Estamos dando el baloncesto por lo que mi maestro a elegido a dos para que hicieran equipos; a Javier y a Fátima. Después del partido de voleibol que jugamos pensé que le caía bien pero, creo, que hasta le cae mejor una cucaracha antes que yo. Empezó eligiendo a Fátima y como no eligió a su grupo de voleibol y a algún chico. Yo normalmente soy de las primeras elegidas pero esta vez me quede la última junto a Jessica, una chica nueva inglesa que no entiende ni papa jota de español. Como le tocaba a Fátima estaba segura de que me iba a elegir, solo que había dejado lo mejor para el final, pero, fue un gran error pensar que eso iba a ocurrir. Sin pensárselo 2 veces, ¡Eligió a Jessica! Y Javier en un gesto de resignación me eligió, no por nada, porque no le queda otra opción. Me quedé... ¡Helada! Al principio pensé que había sido un error, pero durante el partido me di cuenta de que el error había sido mio. Siempre que tocaba yo el balón todo su grupo me hacía faltas y ella siempre decía “¡Cuánto lo sentimos!, espera, ¡En realidad no!” A veces me recuerda a una bruja, esas que salen en los dibujos, solo que ella iría con su vestidito de marca. Lo peor de todo, la guinda del pastel, fue que Sara, como iba en el otro equipo, ¡No me apoyo! No me hizo ninguna falta, pero tampoco me ayudó a levantarme todas las veces que me caía y ¡Fueron muchas! No me espera eso de ella, creía que era mi amiga, pero le perdoné porque a la hora del recreo me dijo que si estaba bien y que si me perdonaba por lo que yo no le pude decir que no. Por la tarde sin embargo me ha ido bastante mejor. He tenido tiempo de sobra para pasear a Perry y para para patinar. Hablando del tema ¡Se me han ocurrido 4 pasos! Será que con tanta maldad en el ambiente, estaba inspirada, jajajaja.




Hoy 16 de mayo. Al llegar a clase estaba cansadísima, apenas me podía tener en pie. A primera hora tuvimos una charla horrible sobre yo que sé. Como estaba tan cansada estuve dormida toda el rato. Normalmente no estoy así pero es que esta noche pasada no pude dormir mucho. Lo que ocurrió fue que empecé a oír ruidos en mi habitación. Al principio no le di importancia, pensaba que era el viento. Los ruidos seguían y seguían. Miré por la ventana para haber si es que llovía o hacía mal tiempo, pero, no, era una noche tranquila (por lo menos fuera de mi casa). Bueno, yo ya preocupada, (no tenía miedo ni mucho menos) fui a llamar a mis padres. Mi madre pensó lo mismo que yo que sería el viento pero yo le explique lo sucedido y me dijo que sería mejor que saliera de la habitación. Yo pensaba que era que mi cama se había roto de nuevo ya que el año pasado pasó exactamente lo mismo, pero, no fue el caso. Mi madre llevaba ya un buen rato en mi cuarto, abrí la puerta, cuál fue mi sorpresa que ¡Había una rata! Al abrir la puerta salió disparado nada más ni nada menos que ¡Hacia la casa de mi Perry! El que no es muy peleante, en vez de atacarle se puso a correr mientras la rata le perseguía. Era muy raro pero hasta daba risa, aunque me daba un poco de pena. Al final mi madre hecho a la rata. Después de todo aquello mi madre me hecho la bronca por haber abierto la puerta sin su permiso. Yo pensé que después de todo, era mi cuarto pero no sirvió de nada. Y luego mi madre me dijo que le diera una explicación por lo de la rata en mi cuarto, pero no hubo explicaciones ¡No tenía ni idea de como había llegado a parar en mi cuarto! Al final a mi madre se le paso y me dijo que me fuera a dormir, no por nada, porque eran ni nada más ni nada menos que las ¡3:30! No de la tarde ¡De la mañana! Y bueno ya conocéis lo que me pasó. Lo malo es que ahora tenemos que hacer un resumen de la charla, ¡Para mañana! Y no me he enterado de nada, pero bueno, ya se me ocurrirá algo para arreglarlo. Esta tarde lo primero que hice al llegar a casa fue echarme una buena siesta y tuve un sueño magnifico. Estaba en la competición de patinaje y me estaban dando una copa porque ¡Había ganado! Ojalá ese sueño se haga realidad.



Hoy es 18 de mayo. Este día a sido muy entretenido, mejor dicho, ¡Súper divertido! Aunque al principio tengo que reconocer que no lo ha sido tanto. Veréis, hoy en clase de lengua nos han pedido que nos pongamos en cuartetos. Nadie sabíamos para que pero fuera para lo que fuera yo quería ir con Sara (como no) y con alguna más como Ana o María (otras amigas mías del cole) pero al parecer Fátima se ha empeñado en este día (como siempre) en hacerme la vida imposible. Antes de que yo les pudiera decir nada Fátima les dijo a Ana, a María y ¡A Sara! Que si podían hacer el trabajo juntas y lo peor fue que todas aceptaron. Me quede solísima... sin más remedio lo tuve que hacer con Carmen, Julia y Alberto, los digamos apartados de la clase, no por nada, porque siempre están juntos y nunca están con nadie más. Si hubiera sido de 3 seguro que tampoco me hubieran aceptado pero como eran de cuatro tenían dos opciones, o elegirme a mi o al chico que se come los mocos. Por ellos y por mi fue una decisión acertada. Bueno, el trabajo consistía en lo siguiente; teníamos que coger el tema que quisiéramos y con ese tema hacer una especie de representación. Yo tenía claro de lo que lo quería hacer, ¡Del deporte! A ellos les pareció bien ya que también les gustaba el deporte, solo que ellos eran más de baloncesto. Empezamos a preparar los guiones y los trajes. Hacíamos un gran equipo, como un puzzle. Si digo la verdad me estaba hasta divirtiendo. Era una sensación rara de diversión pero, esta bien. Como la representación era para mañana sino para el 22 de este mes lo único que hicimos fue ensayarla un poco (con guión) y de deberes aprendérnosla. Estaba muy bien, pero no os voy a decir sobre que va, ¡Es una sorpresa! Ya os enteraréis en unos días.





Hoy es 20 de mayo, no es un buen día, no es malo del todo pero hay días mucho mejores. En fin, esta mañana, cuando me he levantado, el cielo estaba nublado. Pensé que se despejaría, pero, no fue así, todo lo contrario, fue a más. Hoy íbamos a hacer una actividad al aire libre pero como llovía mucho (¡Muchísimo!) la hemos tenido que cancelar. Los profes dicen que la vamos a atrasar, pero lo mismo dijeron con tener dos recreos y mira por donde solo tenemos uno y lo dijeron hace unos 2 años. El caso es que no solo no pudimos hacer la actividad que ni pudimos salir al recreo. ¡Qué rollazo! Y luego mis padres me obligaron ir a un pueblo cercano al mio para ir al cumpleaños de mi prima Blanca. Es la de la foto, ¡A qué es mona!. No penséis mal, ¡Me encanta estar con mi prima! Pero no tanto estar con sus amigas y tener que montarlas a coscos y tener que jugar con sus amigos imaginarios. Por si no lo he dicho mi prima y sus amigas tienen 6 años. Si por lo menos me dejaran un respiro pero cuando no me tiraban de la camiseta me tiraban del pelo, ¡Menos mal que ya se ha acabado! Si digo la verdad de toda una tarde con esos “angelitos” tengo moratones por los brazos y agujetas por todas partes. Y bueno, cuando he ido ya a mi casa (para intentar descansar del cumpleaños) mis padres me ha llevado a cenar fuera y mira por donde estaba Javier. Ya sé que no os he hablado mucho de él pero solo puedo decir que es muy simpático y atento y cariñoso y... Bueno, es decir es, es... Muy especial. Estaba el allí comiendo una sopa de fideos. No me acuerdo de ello porque me haya fijado en el ni nada por el estilo, solo me acuerdo porque es su comida favorita, ¡Y no me acuerdo porque me importe! Aunque tampoco es que no me importe... Bueno el caso es que yo estaba sentada en una mesa cercana a la suya con unos pelos que parecía una loca, ¡Qué rabia! Por una vez que puedo estar con él... Pero, no es porque... A quien engaño, vale, si, es verdad, pero, no se lo contéis a nadie, no soportaría que se enterara nadie, y mucho menos Fátima.




Hoy es 22 de mayo, hemos realizado la presentación del trabajo que os dije que iba a hacer con Alberto, Julia y Carmen. Ha salido bien pero, al principio, no empezó tan bien. A primera hora teníamos que hacer el trabajo, pero eramos los segundos y primero les tocaba a María, Ana, Sara y... a Fátima. Su trabajo era de la moda y era una representación de un día normal de compras de Fátima. No es que fuera nada del otro mundo pero a la maestra pareció encantarle ya que les puso un sobresaliente bien remarcado. Después nos tocaba a nosotros. Yo pensaba que todo iba a salir bien, pero, Fátima como siempre lo estropeo todo, y cuando digo todo, ¡Es todo! Alberto tenía que montar en bicicleta y Fátima le pincho la rueda, Julia en patinete y Fátima lo desmontó con un destornillador, Carmen iba a saltar a la comba y Fátima se la escondió y yo iba a montar en patines y (para mi sorpresa) Fátima no me saboteó los patines. Bueno cuando íbamos a empezar nos dimos cuenta de que era imposible hacer la representación con tanto sabotaje pero la maestra nos empujo a que lo hiciéramos, aunque no lo debía haber hecho. Hicimos un total ridículo, Alberto no podía pedalear, ¡Parecía una estaca clavada en el suelo! Julia se cayó tres veces de espaldas, Carmen saltaba con una comba invisible y yo, la única que podía hacer algo decente, no hacía más que intentar ayudar a mis compañeros sin éxito. De tanta vuelta para acá y para allá me mareé y me caí en cima de la mesa de Javier (¡Ya van dos escenas embarazosas en esta semana!). Y ¡Boom! desastre total. Creo que fui la que más hizo el ridículo, Fátima supo bien lo que hacía. El caso es qude la nota. Esa tarde como nuestra maestra estaba en el cole, fuimos y le pedimos una segunda oportunidad. Le suplicamos y suplicamos y aunque al principio no quería ni hablar del peluquín al final acepto harta de tantas suplicas. Le hicimos la representación y la verdad es que nos salió mejor de lo que pensaba. A la maestra le gusto mucho, mucho más que la de Fátima, pero como la habíamos hecho más tarde nos puso un notable, pero no importa, por lo menos ¡Tenemos nota!





 
 

1 comentario:

  1. Ya somos tres las que tenemos, DIARIO DE UNA DEPORTISTA: Belén, tu y yo.. jaja, que coincidencia. :P

    ResponderEliminar